Imagina escalar al Everest, apenas 100 metros te separan de la cumbre. El agotamiento empieza a sentirse, te cuesta respirar y te duele todo el cuerpo. Meses de planificación se concretan con cada paso que das en la nieve para llegar al éxito. Así mismo es el proceso de lograr un buen posicionamiento en el mercado y mejorar la relación de los integrantes que conforman a una empresa, y para ello una de las herramientas estratégicas principales es la Comunicación Corporativa. Es importante considerar que son los colaboradores quienes realmente apoyan el crecimiento de la organización. Pero, ¿qué es lo que esto conlleva? Imaginemos que cada refugio para subir al Everest es un aspecto que debemos considerar para llevar eficazmente la comunicación en nuestras empresas, el camino es largo y laborioso, sin embargo la recompensa siempre es gratificante.

Capriotti (2009) menciona que para llevar a cabo una planificación coherente de la comunicación corporativa se debe realizar un proceso de tres etapas

• Investigación
• Planificación
• Implementación

Estas fases logran conformar un ciclo donde al completarse se debe volver a iniciar, siempre cumpliendo el mismo orden para poder visualizar en donde hubo errores o aspectos para mejorar, como cuando realizamos una caminata a una montaña, la primera vez lleva más tiempo porque es un desafío, indagamos el panorama que se presenta y se verifica el sendero para llegar hasta los siguientes refugios. Cuando completamos la primera caminata, y repetimos el sendero podemos avanzar con mayor confianza y seguridad pues conocemos el camino, evitando los errores que cometimos la primera vez. Así es también el proceso de comunicación en el que cada vez hay nuevos canales para llegar al público y todas las organizaciones deben estar en constante actualización para conectar con su público.

Además, la investigación está direccionada a realizar un análisis de los públicos, de la empresa y de los canales de comunicación. Este primer acercamiento tiene la finalidad de entender qué interpreta el público de los mensajes que se emiten desde la organización. La segunda etapa corresponde a la planificación y es la sección donde el análisis sirve como diagnóstico para proponer soluciones; es entonces el momento de implementar estrategias y tomar decisiones que encaminen a la organización hacia el cumplimiento de sus objetivos. Es decir que, con los datos recolectados por la investigación, se podrán definir los públicos, la estrategia comunicacional, objetivos y metas, actividades, cronograma y presupuesto.

¡Manos a la obra! En esta última etapa llamada implementación utilizaremos el plan de comunicación, pasaremos del último refugio de la montaña para avanzar hasta la cima. En esta sección debe haber seguimiento y evaluación sobre los resultados obtenidos. También brinda la oportunidad de realizar mejoras en caso de que alguna estrategia no funcione como se planificó en un inicio.

En conclusión, estas etapas nos permitirán llevar a cabo con éxito cada meta y proyecto, no solo del departamento de comunicación, sino de todas las áreas en general. El objetivo del DIRCOM es guiar y direccionar a los directivos de la compañía a conseguir sus objetivos y comunicarlos de la manera más idónea, por eso es el gran estratega de la organización pues su misión es caminar junto con la organización para terminar el día con una visión periférica de sus logros en la cima del Everest de la Comunicación Corporativa.

Autor: Vanessa Mendes, estudiante de Comunicación Corporativa.

Referencias:

Capriotti, P. (2009) Imagen y Reputación: análisis de similitudes y diferencias conceptuales. Recuperado de: https://core.ac.uk/download/pdf/51401671.pdf

Savarese, R. (Jueves 7 de abril del 2022). Conferencia de la materia de Simulación guiada.