La identidad corporativa es uno de los elementos más relevantes en la construcción de una marca, es parte fundamental de cómo los públicos van a percibir a la organización.   Se puede segmentar a la Identidad Corporativa en dos aspectos: físicos y culturales.

En físicos se encuentran los componentes visuales externos tales como: el logo, los signos, etc.; y, por otro lado, los culturales, que representarían la parte interna de la organización, la naturaleza de la empresa, por ejemplo: los valores, la manera de trato a sus colaboradores, sus creencias, etc.

Según Joan Costa, la Identidad es el conjunto coordinado de signos visuales por medios de las cuales la opinión pública reconoce instantáneamente y memoriza a una entidad o un grupo como institución. (Costa, 1993). Por esta razón, la construcción y comunicación de una identidad corporativa coherente y que realmente represente el propósito de la organización, es un aporte fundamental a la manera en que los públicos reconocerán a la empresa.