A lo largo de la evolución empresarial en el Ecuador se han evidenciado distintas tendencias mundiales que se han incorporando de forma paulatina dentro del campo de la gestión empresarial. Una de ellas y seguramente la menos tomada en cuenta es la gestión de proyectos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) Como su nombre lo indica, es aquella responsabilidad o deuda, que poseen las empresas en relación al impacto que estas generan en la sociedad. De tal forma, aquellas empresas que implementen proyectos de RSE están retribuyendo a una o varias áreas del entorno en que están situadas.

La idea de la RSE surge de la contribución social, que sobre pasa el objetivo único de lucrar sobre las afectaciones que se estén dando a distintos sectores. Es por eso que las empresas comienzan a generar propuestas de valor que no solo retribuyan de forma caritativa y filantrópica a la comunidad, sino que trabajen de forma conjunta con y para ellos.

Con la finalidad de que esa acción bien intencionada se mantenga en el tiempo, se busca que el proyecto cuente con una planificación que incluya a las partes de la empresa de forma consensuada y voluntaria. Al igual, su gestión debe ser transparente y bien comunicada; puesto que si se le otorga un carácter obligatorio al trabajo con la comunidad este pierde su valor, de igual forma como que si no se maneja el presupuesto, donaciones o recursos humanos de forma integra y confiable, el proyecto pierde credibilidad y la reputación empresarial cae con ella. Es por eso que el buen manejo y gestión de proyectos de responsabilidad social empresarial aseguran su sostenibilidad y su autonomía.

Uno se preguntará ¿Por qué si la RSE es un factor empresarial tan positivo es el que menos se lo atribuye en el Ecuador? Esto se debe a que hasta la fecha en el Ecuador no se introduce en su totalidad el tema de RSE, sin embargo, en la actualidad sin duda ya existen empresas que retribuyen de forma sostenida a la sociedad. Puesto que lo antes mencionado es un error común dentro del ámbito empresarial, esto se debe a que las acciones sociales que una empresa ejecuta deben ser con objetivos claros. Y de esta forma no caer en la práctica caritativa de marketing social o de la filantropía institucional, que sin duda no son acciones que involucren a todas partes afectadas, así como tampoco son proyectos que se sostienen dentro de la gestión empresarial que se realice.

Para identificar las distinciones entre marketing social y proyectos de RSE se puede determinar lo siguiente:

1.- Una campaña de marketing social tiene como objetivo concienciar, pero además posee como fin generar ventas en base a productos o servicios, al igual que la publicidad que se le da a la marca.

Podemos observar el siguiente ejemplo de Coca Cola:

2.- El marketing social puede ser con cualquier enfoque, a diferencia de los proyectos de RSE que deben tener concordancia con el papel que desempeña la empresa, eso quiere decir, que este alineado a sus valores corporativos, como al igual con las partes a las que afecta directamente.

Por otra parte, el concepto de RSE es un tema que no posee tanto tiempo en el Ecuador, tan solo una década. Sin embargo, si existen casos ecuatorianos que gestionan proyectos muy buenos de RSE. Por ejemplo: Diario el Telégrafo menciona a la empresa Bayer, la cual se vincula con planes de educación y salud, cuenta con capacitaciones a agricultores en el uso de productos que fertilizan y cuidan los sembríos.

Esto, se puede observar en el siguiente vídeo: 

Perfil del Autor  

Joaquín Mora

Estudiante de Comunicación Corporativa en la Universidad de las Américas-Quito, actualmente cursando sexto semestre.